El cuerpo regula su propia temperatura interna a través de la sudoración. Sin embargo, en algunas personas el organismo produce mucha más transpiración de la que necesita. Esta afección se conoce como hiperhidrosis. El tratamiento para esta afección se implementa en forma efectiva con inyecciones de BOTOX®, las cuales pueden disminuir los problemas de sudoración excesiva.
Si bien se desconoce la causa exacta de la hiperhidrosis, BOTOX® proporciona una solución segura para un problema que ocasiona incomodidad y, muchas veces, vergüenza.
El BOTOX® trata la hiperhidrosis de un modo similar al que se utiliza para suavizar las líneas finas y las arrugas del rostro. El BOTOX® actúa como un inhibidor, bloqueando las señales químicas que transmiten los nervios que controlan la sudoración. La sudoración se interrumpe porque las glándulas sudoríparas no pueden recibir las señales enviadas por los nervios. Gracias a su efectividad para inhibir las señales neurales, se ha comprobado que BOTOX® es un medio eficaz para eliminar los problemas de sudoración excesiva.
Los candidatos para el tratamiento con BOTOX® para la hiperhidrosis son las personas que padecen sudoración excesiva en los pies, las palmas de las manos o las axilas, lo cual tiene un impacto en su calidad de vida. Estas personas deben encontrarse saludables a nivel físico y mental, y tener expectativas realistas con respecto a los resultados del tratamiento.
Los tratamientos con BOTOX® para la hiperhidrosis tardan de 10 a 20 minutos y pueden realizarse en el consultorio del médico. Se pueden retomar las actividades diarias inmediatamente después del tratamiento (aunque debe evitarse el ejercicio intenso por unas horas). Varias semanas después de la aplicación de las inyecciones de BOTOX®, se experimentará una notable disminución en la sudoración de las axilas.
El mayor beneficio del tratamiento con BOTOX® para la hiperhidrosis es el alivio de los problemas de sudoración excesiva. Los riesgos que implica el uso del BOTOX® para tratar los problemas de sudoración excesiva son mínimos pero reales. Todo tratamiento implica la posibilidad de que se produzcan complicaciones, y el tratamiento con BOTOX® no está exento de ello. Sin embargo, para la mayoría de las personas, los efectos secundarios son tolerables o inexistentes. Los resultados de las inyecciones de BOTOX® son temporales, con una duración media de 7 meses, por lo tanto, es necesario repetir los tratamientos para mantener los resultados.
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